Parejas

El Arte de Amar. Erich From

Después de mucho tiempo de haber leído \»El Arte de Amar\» de Erich From, me apetece recuperar parte de su texto para tomar consciencia a cerca del Amor y del Amar. Lo que cito aquí es sólo la introducción a su libro, en dónde algunas preguntas pueden iniciarnos en la reflexión a cerca de lo que significa para cada uno/a AMAR. Los/as invito a leer su obra completa.  ¿Es el amor un arte? En tal caso, requiere conocimiento y esfuerzo. ¿O es el amor una sensación placentera, cuya experiencia es una cuestión de azar, algo con lo que uno «tropieza» si tiene suerte? Este libro se basa en la primera premisa, si bien es indudable que la mayoría de la gente de hoy cree en la segunda. No se trata de que la gente piense que el amor carece de importancia. En realidad, todos están sedientos de amor; ven innumerables películas basadas en historias de amor felices y desgraciadas, escuchan centenares de canciones triviales que hablan del amor, y, sin embargo, casi nadie piensa que hay algo que aprender acerca del amor. Esa peculiar actitud se basa en varias premisas que, individualmente o combinadas, tienden a sustentarla. Para la mayoría de la gente, el problema del amor consiste fundamentalmente en ser amado, y no en amar, no en la propia capacidad de amar. De ahí que para ellos el problema sea cómo lograr que se los ame, cómo ser dignos de amor. Para alcanzar ese objetivo, siguen varios caminos. Uno de ellos, utilizado en especial por los hombres, es tener éxito, ser tan poderoso y rico como lo permita el margen social de la propia posición. Otro, usado particularmente por las mujeres, consiste en ser atractivas, por medio del cuidado del cuerpo, la ropa, etc. Existen otras formas de hacerse atractivo, que utilizan tanto los hombres como las mujeres, tales como tener modales agradables y conversación interesante, ser útil, modesto, inofensivo. Muchas de las formas de hacerse querer son iguales a las que se utilizan para alcanzar el éxito, para «ganar amigos e influir sobre la gente». En realidad, lo que para la mayoría de la gente de nuestra cultura equivale a digno de ser amado es, en esencia, una mezcla de popularidad y sex-appeal. La segunda premisa que sustenta la actitud de que no hay nada que aprender sobre el amor, es la suposición de que el problema del amor es el de un objeto y no de una facultad. La gente cree que amar es sencillo y lo difícil encontrar un objeto apropiado para amar -o para ser amado por él-. Tal actitud tiene varias causas, arraigadas en el desarrollo de la sociedad moderna…….. ….Esa actitud -que no hay nada más fácil que amar- sigue siendo la idea prevaleciente sobre el amor, a pesar de las abrumadoras pruebas-de lo contrario. Prácticamente no existe ninguna otra actividad o empresa que se inicie con tan tremendas esperanzas y expectaciones, y que, no obstante, fracase tan a menudo como el amor. Si ello ocurriera con cualquier otra actividad, la gente estaría ansiosa por conocer los motivos del fracaso y por corregir sus errores -o renunciaría a la actividad-. Puesto que lo último es imposible en el caso del amor, sólo parece haber una forma adecuada de superar el fracaso del amor, y es examinar las causas de tal fracaso y estudiar el significado del amor. El primer paso a dar es tomar conciencia de que el amor es un arte, tal como es un arte el vivir. Si deseamos aprender a amar debemos proceder en la misma forma en que lo haríamos si quisiéramos aprender cualquier otro arte, música, pintura, carpintería o el arte de la medicina o la ingeniería. ¿Cuáles son los pasos necesarios para aprender cualquier arte? El proceso de aprender un arte puede dividirse convenientemente en dos partes: una, el dominio de la teoría; la otra, el dominio de la práctica. Si quiero aprender el arte de la medicina, primero debo conocer los hechos relativos al cuerpo humano y a las diversas enfermedades. Una vez adquirido todo ese conocimiento teórico, aún no soy en modo alguno competente en el arte de la medicina. Sólo llegaré a dominarlo después de mucha práctica, hasta que eventualmente los resultados de mi conocimiento teórico y los de mi práctica se fundan en uno, mi intuición, que es la esencia del dominio de cualquier arte. Pero aparte del aprendizaje de la teoría y la práctica, un tercer factor es necesario para llegar a dominar cualquier arte -el dominio de ese arte debe ser un asunto de fundamental importancia; nada en el mundo debe ser más importante que el arte. Esto es válido para la música, la medicina, la carpintería y el amor-. Y quizá radique ahí el motivo de que la gente de nuestra cultura, a pesar de sus evidentes fracasos, sólo en tan contadas ocasiones trata de aprender ese arte. No obstante el profundo anhelo de amor, casi todo lo demás tiene más importancia que el amor: éxito, prestigio, dinero, poder; dedicamos casi toda nuestra energía a descubrir la forma de alcanzar esos objetivos y muy poca a aprender el arte del amor. ¿Sucede acaso que sólo se consideran dignas de ser aprendidas las cosas que pueden proporcionarnos dinero o prestigio, y que el amor, que «sólo» beneficia al alma, pero que no proporciona ventajas en el sentido moderno, sea un lujo por el cual no tenemos derecho a gastar muchas energías? Sea como fuere, este estudio ha de referirse al arte de amar….

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Testimonios: Taller Mitos y Miedos en torno al Amor y al Compromiso

Esta entrada es la continuación al post “Miedo al compromiso. Una mirada masculina”. Reflexión 3 – ANABEL: Conocernos y Respetarnos Del resultado del taller. Si hago un resumen a alto nivel diría: llegué con muchas preguntas y salí con muchas más (¿quizás con alguna respuesta?) Me pareció muy enriquecedor el que asistiera el menos un hombre. No esperaba encontrarme a ninguno en este tipo de actividades (uno de mis mitos, debo eliminarlo de mi lista) Y ya como extra, que encima fuera de los más participativos del grupo y el más expresivo. La conclusión principal, aplicable a todo el mundo, es que lo primero que tenemos que hacer es respetarnos y ser nosotros mismos. ¿Cómo se consigue esto? Nos tenemos que conocer plenamente. Con este conocimiento seremos fieles a nuestros principios, ya sean estos, heredados o aprendidos. No hay que dejarse llevar por corrientes o por ‘manipulaciones’, intencionadas o no, de lo que nos rodea. Esto nos va a llevar a auto respetarnos y por lo tanto a hacer que los demás nos respeten. Entré en el taller pensando que uno de los valores más importantes, tanto para las relaciones en pareja, como para el resto de relaciones, es la libertad, que es algo que hay que tener y dejar tener (quizás esto sea más complicado por el afán de protección que normalmente tenemos hacia los demás) El taller me ha servido para reafirmar este pensamiento, debido a las manifestaciones, no sólo las mías también las del resto de las personas del grupo. Y me ha ayudado a ver que no es un ‘defecto’ mío, es un objetivo que mucha gente persigue y que ayuda a que las cosas vayan mucho más fluidas. Otro punto muy interesante es el darnos cuenta que no somos parte de un todo en las relaciones, somos un todo en nosotros mismos. Criticamos muchos mitos sobre el amor, ahora nos toca a cada uno desmitificarlos en nuestras mentes. En estos temas como en el resto de cosas de la vida, nunca se deja de aprender. La pregunta que me hago ahora, y que no es nada sencilla de responder es ¿cómo puedo llegar a conocerme y a respetarme? ¡¡¡Casi nada!!! Otros comentarios aparte: Muchas gracias a todos. ANABEL. Reflexión 4 – MARTA: ¿Entonces? Cuando surgen los conflictos es porque saltan las inseguridades de cada uno. Expresamos lo que no sentimos por la inseguridad de no saber qué siente el otro. Cómo trabajar tus propias inseguridades, lo veo. Cómo trabajar juntos en pareja, me parece muy complicado! Me da pánico pensar que estamos diciendo lo contrario de lo que sentimos muchas veces, y esto lo complica infinitamente más. Hay que aceptar que el otro no está para llenar tus huecos y que tú te llenas sola, lo entiendo, pero al mismo tiempo no podemos vivir solos y queremos la compañía de los demás para ser felices… ¿Entonces? Dar y recibir amor es una necesidad!! ¿Entonces? Me gustaría entender la diferencia entre amor y pasión y entre pasión y atracción. A mi me atrae lo que es igual a mi, entonces no hay pasión (entendida como conflicto o intensidad) y todo fluye tranquilamente. Cuando te atrae lo opuesto (“los polos opuestos se atraen”) hay mucha intensidad y eso es equivalente a ¿Conflicto? ¿Pasión?….. Un beso y mil gracias!!! MARTA Reflexión 5 – BEATRIZ: Indagar en el Sentir Sobre el taller y la práctica muy bueno porque me ha aclarado algunas cosas como la dificultad de ponerse en lugar del otro, que la comunicación y sinceridad son muy importantes, teniendo claro que primero debemos respetarnos nosotras y poner en claro al otro lo que sentimos, y desde ahí darle importancia a este esfuerzo ya que si la relación es por amor o no, será más autentica y sin tanta complicación. Nos  traiciona lo que pensamos de lo que el otro quiere o no, es decir, expectativas y estereotipos en vez de indagar en lo que sentimos y queremos, y valorar que por ahí deben ir las cosas. Muchas de estas cosas estamos por aprenderlas según vayamos reconociendo que las sentimos y nos equivocamos.  BEATRIZ.   Reflexión 6 – PAZ: Coherencia \»Decir lo que sentimos. Sentir lo que decimos.Concordar las palabras con la vida\».Séneca. ¿Que pasa cuando las palabras y los sentimientos/actos no van parejos?  Tomando como punto de partida la frase de Séneca, la coherencia es el mayor respeto posible para con uno/a misma, y el compromiso más fuerte de todos, porque es con nuestro SER. Da igual, en el fondo, qué hagas, siempre y cuando sea lo que sientes. PAZ   GRACIAS a Anabel, Marta, Beatríz y Paz.

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Mitos y Miedos en torno al Amor, a la Sexualidad y al Compromiso

El sábado 22 de octubre compartimos el taller sobre -nada más y nada menos- estos temas: MITOS, MIEDOS, AMOR, SEXUALIDAD Y COMPROMISO. Una verdadera perla de experiencias y emociones! las 8 horas de trabajo nos quedaron cortas, queríamos mas pero se nos acabo el día! GRACIAS: Paz, Marta, Laura, Anabel, Diana, Beatriz, y a nuestro único hombre, Miguel, por poner el cuerpo y el espíritu, por ser el portavoz del genero masculino! A ver si para el siguiente se apuntan mas hombres! Los esperamos con los brazos abiertos. Gracias otra vez!          Tras esta tarde intensa de trabajo, recojo las vivencias en esta reflexión personal: “La Piedra Filosofal del Amor, está en comprender el ciclo de VIDA-MUERTE-VIDA. Huimos del amor cuando vemos aparecer la muerte -representada en pequeñas perdidas- Perder libertad, perder romanticismo, perder pasión, perder la novedad, perder las mariposas en el estómago. Ante esto ¡Huimos! Huimos antes de…. Descubrir que detrás de cada pérdida, de cada final, de cada pequeña muerte, hay un nuevo comienzo, una nueva vida…  con otras posibilidades, con otros descubrimientos, con otros beneficios y ganancias: ¡Sí! Hay otras ganancias, no sólo aquellas socialmente “vendidas” y que hemos “comprado” sin más, sin cuestionarlas, ni evaluarlas: “El amor eterno. El amor romántico. El amor pasional. El sexo desenfrenado. El placer y la satisfacción como factor determinante. Con tigo pan y cebolla. El fluir del amor sin esfuerzo y sin trabajo. Estar siempre juntos y hacer todo juntos. En pareja y con mi pareja conseguiré cumplir todos mis sueños. Los opuestos nos atraemos y nos complementamos… Y fueron felices para siempre….”  Detrás de cada pérdida, hay un nuevo comienzo, una nueva vida…  El verdadero amor de relación de pareja, que sobrevive a la cotidianidad, ese que sobrevive a tantos mitos inventados, ese que baja de la fantasía para asentarse en la realidad de una vida mundana. Cuando la pasión va perdiendo protagonismo asoma con más fuerza el compromiso, la complicidad, la compañía, la aceptación del otro/otra, en su autenticidad, sin fachadas, sin apariencias. Aceptación que nace desde el amor, no desde el miedo\». Carina Sampó

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Te entiendo, pero entiéndeme a mi!

¿Que ocurre cuándo una pareja rompe? ¿Que sentimientos surgen cuando uno de los dos decide terminar? ¿Que sentimientos se disparan en una y en la otra parte? Está claro que no son los mismos. Es curioso lo que sucede. Es frecuente que quien haya tomado la decisión de interrumpir la relación, luego sienta la necesidad de hablar, de saber cómo está la otra persona, de explicar o justificar la decisión tomada, de desear no hacer sufrir a la otra persona, de sentir culpa y querer calmar su conciencia, incluso de esperar que se geste una amistad. ¿Es posible terminar en amistad? Puede ser aunque es difícil si una de las partes sigue “sintiendo” por la otra. Pero ¿que te pasa a ti? Primero decides poner fin, luego quieres saber cómo está: llamadas, mensajes al móvil sin ninguna respuesta… un silencio amargo, hasta doloroso. ¿Por qué es doloroso? ¿Acaso no fuiste tú quién decidió terminar? ¿Para que lo hiciste? ¿De que huías?  ¿Qué te generó tanto miedo? ¿Qué buscas ahora? ¿Qué quieres? ¿Cuál es tu intensión más íntima? ¿Qué sientes? Identifica tus emociones. Tómate tu tiempo para ello. Quizás descubras algo. ¿Y la otra parte qué? ¿Te has puesto a pensar cómo se siente? ¿Lo que quiere y necesita? Es muy probable que quiera olvidarte, perderte el rastro a ti y a todo lo que le conecta contigo porque esa es la mejor forma para olvidar. ¡Cortar de raíz!!! ¿Y te sigues preguntando por qué no responde? Es un tema delicado, complejo y doloroso, sin duda. Y lo tenemos que atravesar, nos guste o no. No hay trampolín saludable que nos pueda facilitar el proceso. Lo que sí podemos es tomar el camino adecuado, el más corto no por ello menos doloroso. Aunque la longitud del camino siempre dependerá de cada persona, de su propio ritmo de crecimiento, de su voluntad, de su tenacidad, de su firmeza y convicción. De su claridad de ideas y sentimientos. Podemos hacerlo de dos maneras: 1. Tomar un camino largo, sinuoso y doloroso. Es lo que llamamos “cambios de primer orden o remediativos”, en otras palabras “poniendo parches”: Hoy respondo a esos mensajes, mañana no, hoy pregunto por ti, luego pido que no me hablen de ti. Hoy busco verte, encontrarte en la calle, luego me doy cuenta que eso reaviva el dolor y así continua hasta agotar mis energías y finalmente decidir cortar por la raíz el problema. Cómo? No sabiendo nada, de nada sobre ti! 2. O tomar un camino más drástico, corto y menos doloroso en el tiempo. Son los “Cambios de segundo orden o generativos”, en otras palabras “cortando por la raíz el problema”. Se trata de tomar la decisión de “no saber nada más de ti”. Algunas acciones que van en esta línea de pensamiento son: Si este proceso  resulta difícil de comprender (o aceptar) puede que esta canción que te dejo sea más cercana y nos hable con el lenguaje de las emociones y sentimientos. Que la disfrutes! SUELTA MI MANO No, no es necesario que lo entienda, porque nunca le ha servido la razón al corazón, el corazón no piensa… No mi vida, ¿para qué te esfuerzas? No me tienes que explicar, siempre amare tu libertad, por mucho que eso duela Y si, entiendo que quieres hablar, que a veces necesitas saber de mi, pero no sé si quiera saber de ti, y vivir así, seguir así… pensando en ti Suelta mi mano ya por favor, entiende que me tengo que ir, si ya no sientes mas este amor no tengo nada mas que decir. No digas nada ya por favor, te entiendo, pero entiéndeme a mi. Cada palabra aumenta el dolor y una lágrima quiere salir. Y por favor no me detengas, siempre encuentro la manera de seguir y de vivir aunque ahora no lo tenga. Y no mi vida, no vale la pena ¿para que quieres llamar? Si el que era yo, ya no voy a estar. Esta es la ultima escena… SUELTA MI MANO POR FAVOR

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¿Cómo es una relación de pareja normal?

¿Qué tipos de parejas existen? A veces nos encontramos haciéndonos estas preguntas y algunas más… En realidad no existe una única manera de entender la relación de pareja. Solemos creer que manejamos un mismo concepto de lo que es una “Pareja”. Por lo tanto es fácil caer en el error de creer que lo que yo espero de una pareja es igual o parecido a lo que espera la otra persona. Pero no siempre es así ya que la idea que tiene cada uno/a de nosotros/as responde a nuestra propia historia. Por lo tanto, existen tantas formas de relación de pareja como familias en el mundo, cada una con su estilo propio. Hemos crecido y nos hemos desarrollado en una familia -nuestra familia de origen- y es allí donde vamos incorporando referentes, modelos, patrones de comportamientos y estilos de relación conforme a nuestros valores, creencias, vivencias, cultura, historia… y todo ello van a configurar nuestro modo particular de entender y de vivir en pareja. ¿Por qué cuesta conseguir hoy en día una pareja o se hace más difícil de lo que nos gustaría? Se supone que ambas personas que conforman la pareja -tiene algo en común- un mismo punto de partida. Y ¿Cual es ese punto de partida? Esta claro que en las primeras citas eso es difícil de saberlo. Lo que si esta en mis manos es conocer, al menos, cual es mi punto de partida: ¿Se lo que quiero?  ¿Se lo que me hace falta? ¿Lo que necesito? ¿Lo que puedo o quiero dar de mi? Estas preguntas no son nada fáciles de responder, además de que no nos apetece hacerlo. Claro que de estas preguntas se desprenderá: Que tipo de persona quiero a mi lado. Que tipo de relación quiero formar. La realidad es que no siempre sabemos lo que queremos, y entonces ¿como lo vamos a encontrar? Por ensayo y error? Vale, cuando tenemos 20 años, pero cuando pasamos los “30 y tantos” ya la cosa se pone mas pesada, tenemos menos tolerancia, menos flexibilidad y mas resistencias, incluso se nos hace cada vez mas difícil adaptarnos a los cambios que implica la otra persona. “¡Que pereza me da cambiar, salir de mi estado de confort, de mi comodidad, dejar lo conocido, lo que manejo, domino, yo soy así!”– nos decimos a veces y buscamos inconscientemente que el cambio lo hago el otro/a. Hoy en día parece que vivimos más centrados en lo inmediato, en “lo quiero todo ya”, en el placer y la comodidad, la individualidad, el yo ante todo, no hay tiempo para… si la cosa va bien genial y sino a otra cosa mariposa… no me esfuerzo… Y detrás de todo eso también esta el miedo al compromiso. ¿Estamos dispuestos/as a cambiar? ¿Que precio quiero pagar por mi cambio? ¿Que gano y que pierdo? ¿Me compensa cambiar aspectos de mi en pos de una pareja? Sabemos que la vida en pareja no es fácil. ¿Qué aspectos importantes pasamos por alto que pueden deteriorar una relación? Pasamos por alto que una pareja esta formada por dos seres individuales, con sus necesidades, sus alegrías, tristezas, intereses, proyectos… y deben de ser atendidas en ambas direcciones. Pasamos por alto buscar de manera consciente el equilibrio para que ninguna de las dos partes de la pareja se vea dañada y sí recompensada. Vamos a poner un símil, veremos a la pareja como un balancín, y debemos conseguir que se mantenga en horizontal. Algunas veces un asiento estará en lo alto y el otro abajo, y viceversa. Lo que hay que evitar que pase es que siempre sea el mismo el que permanezca abajo. Eso nos indicaría que algo no va del todo bien y que a la larga puede desembocar en una dificultad o problema. Es verdad que en algunas áreas de la vida de pareja, se puede elegir estar arriba o abajo, en función de las habilidades y destreza de cada miembro, siendo acordadas explícitamente entre la pareja. Pasamos por alto que cuando una pareja se constituye entra en juego lo tuyo y lo mío y lo nuestro. Se refiere, por un lado, al hecho indispensable de que exista cierto grado de individualidad. Cada uno tiene intereses, actividades, relaciones propias en las que no necesariamente debe participar el otro/a, éstas deben ser reconocidas y aceptadas por cada uno. Por otra lado esta lo que hay que construir juntos, es la fusión de lo que cada uno trae en su mochila. Se elige conscientemente lo que hay de bueno y de “útil” de cada uno, lo malo o inadecuado se intenta dejar fuera (se intenta). No nos cuestionamos aquellos que hemos heredado, lo aceptamos y asumimos como verdades incuestionables. Y que hay de cierto? Y que hay de útil, ¿me sirve a mí? Es necesario un equilibrio razonable entre los 3 mundos. Hay una metáfora del tapete verde que me gusta mucho, que nos cuenta que cuando una pareja se constituye y comienzan a vivir juntos, cada integrante extiende sobre su mesa un tapete verde (de la mesa de juego). Y cada uno comienza a desplegar el juego que ha aprendido en su familia de origen (sus creencias, valores, su cultura, su identidad, su nacionalidad). Pasamos por alto que el juego consiste en ganar-ganar y para ello es necesario aprender a jugar de una manera diferente, creando y desarrollando normas y reglas propia, elegidas en el ceno de cada pareja. ¿Qué factores influyen para logar el éxito de las relaciones? 1. Hay 3 pilares importantes para que una pareja se desarrolle y perdure: AMOR – SEXO – PROYECTO COMÚN Al menos 2 de ellos en un porcentaje elevado, no son necesario los 3 al 100%. 2. La Comunicación y escucha activa: que implica la expresión de lo que siento y pienso, la escucha activa desde una actitud empática (sin críticas ni juicios previos) y una respuesta asertiva. Habilidades que por lo general no tenemos desarrolladas de forma adecuada. Lo bueno es que es una habilidad, una

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¿Que es una pareja?

¿Cómo es una relación de pareja \»normal\»? ¿Qué entendemos por relación de pareja? Aveces nos encontramos haciéndonos éstas preguntas y algunas más… En realidad no existe una única manera de entender la relación de pareja. Solemos creer que manejamos un mismo concepto de lo que es una “Pareja”. Por lo tanto es fácil caer en el error de creer que lo que yo espero de una pareja es igual o parecido a lo que espera la otra persona. Pero no siempre es así ya que la idea que cada uno de nosotros/as tiene responde a nuestra propia historia. Hemos crecido y nos hemos desarrollado en una familia (nuestra familia de origen) y es allí donde vamos incorporando referentes, modelos, patrones de comportamientos y estilos de relación conforme a nuestros valores, creencias, cultura… y todo ello van a configurar nuestro modo particular de entender y de vivir en pareja. Existen tantas formas de relación de pareja como familias en el mundo, cada una con su estilo propio. ¿Por qué cuesta conseguir hoy en día una pareja o se hace más difícil de lo que nos gustaría? Se supone que ambas personas que conforman la pareja – tienen algo en común – un mismo punto de partida. Y ¿Cual es ese punto de partida? Esta claro que en las primeras citas eso es difícil de saberlo. Lo que si esta en mis manos es conocer, al menos, cual es mi punto de partida: ¿Se lo que quiero, lo que me hace falta, lo que necesito, lo que puedo o quiero dar de mi? Estas preguntas no son nada fáciles de responder, además de que no nos apetece hacerlo. Claro que de estas preguntas se desprenderá: que tipo de persona quiero a mi lado. que tipo de relación quiero formar. La realidad es que no siempre sabemos lo que queremos, y entonces ¿como lo vamos a encontrar? Por ensayo y error? Vale, cuando tenemos 20 años, pero cuando pasamos los “30 y tantos” ya la cosa se pone mas pesada, tenemos menos tolerancia, menos flexibilidad y mas resistencias, incluso se nos hace cada vez mas difícil adaptarnos a los cambios que implica la otra persona. “¡Que pereza me da cambiar, salir de mi estado de confort, de mi comodidad, dejar lo conocido, lo que manejo, domino, “yo soy así!”– nos decimos a veces y buscamos inconscientemente que el cambio lo hago el otro/a. Hoy en día parece que vivimos más centrados en lo inmediato, en “lo quiero todo ya”, en el placer y la comodidad, la individualidad, el yo ante todo, no hay tiempo para… si la cosa va bien genial y sino a otra cosa mariposa… no me esfuerzo… Y detrás de todo eso también esta el miedo al compromiso. ¿Estamos dispuestos/as a cambiar? ¿Que precio quiero pagar por mi cambio? ¿Que gano y que pierdo? ¿Me compensa cambiar aspectos de mi en pos de una pareja? Sabemos que la vida en pareja no es fácil. ¿Qué aspectos importantes pasamos por alto que pueden deteriorar una relación? Pasamos por alto que una pareja esta formada por dos seres individuales, con sus necesidades, sus alegrías, tristezas, intereses, proyectos… y deben de ser atendidas en ambas direcciones. Pasamos por alto buscar de manera consciente el equilibrio para que ninguna de las dos partes de la pareja se vea dañada y sí recompensada. Vamos a comparar a la pareja con un balancín. Necesitamos conseguir que se mantenga en horizontal. Algunas veces un asiento estará en lo alto y el otro abajo y viceversa. Lo que hay que evitar que pase es que siempre sea el mismo el que permanezca abajo. Eso nos indicaría que algo no va del todo bien y que a la larga puede desembocar en una dificultad o problema. Es verdad que en algunas áreas de la vida de pareja, se puede elegir estar arriba o abajo, en función de las habilidades y destreza de cada miembro, siendo acordadas explícitamente entre la pareja. Pasamos por alto que cuando una pareja se constituye entra en juego lo tuyo y lo mío y lo nuestro. Se refiere, por un lado, al hecho indispensable de que exista cierto grado de individualidad. Cada uno tiene intereses, actividades, relaciones propias en las que no necesariamente debe participar el otro/a, éstas deben ser reconocidas y aceptadas por cada uno. Por otra lado esta lo que hay que construir juntos, es la fusión de lo que cada uno trae en su mochila. Se elige conscientemente lo que hay de bueno y de “útil” de cada uno, lo malo o inadecuado se intenta dejar fuera (se intenta). No nos cuestionamos aquellos que hemos heredado, lo aceptamos y asumimos como verdades incuestionables. Y que hay de cierto? Y que hay de útil, ¿me sirve a mí? Es necesario un equilibrio razonable entre los 3 mundos. Hay una metáfora del \»tapete verde de las mesas de juego\» que me gusta mucho. Nos cuenta que cuando una pareja se constituye y comienza la convivencia, cada integrante extiende sobre su mesa un tapete verde… Y cada uno comienza a desplegar sobre ese tapete – su juego – el que aprendio a jugar en su familia de origen (con sus creencias, valores, cultura, identidad, nacionalidad, historia). Pasamos por alto que el juego consiste en ganar-ganar y para ello es necesario aprender a jugar de una manera diferente, creando y desarrollando normas y reglas propia, elegidas en el ceno de cada pareja. ¿Qué factores influyen para logar el éxito de las relaciones? Algunos factores que influyen: Hay 3 pilares importantes para que una pareja se desarrolle y perdure: AMOR – SEXO – PROYECTO COMÚN. Al menos 2 de ellos en un porcentaje elevado, no son necesario los 3 al 100%. La Comunicación y escucha activa: que implica la expresión de lo que siento y pienso, la escucha activa desde una actitud empática (sin críticas ni juicios previos) y una respuesta asertiva. Habilidades que por lo general no tenemos desarrolladas de forma adecuada. Lo bueno es

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Cuándo nos damos cuenta que una relación se ha roto? Jorge Bucay

La semana pasada hablamos sobre el amor, más precisamente, sobre ¿cuándo se acaba el amor? …si es que se acaba o, sencillamente, es que no le dedicamos el especial cuidado y atención que requiere? Hoy quiero dejarles con la compañía de la voz de Jorge Bucay y uno de sus tantos cuentos para pensar; respondiendo a una pregunta, en apariencias, simple y cotidiana: ¿Cuándo nos damos cuenta que una relación se ha roto?

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\»Se nos acabó el amor de tanto usarlo\», esa gran mentira

Situación de consulta: hombre, cuarenta y tantos años, casado con dos hijos adolescentes, más de veinte años con su pareja. Quiere divorciarse porque hace tres años que ha conocido a otra persona de la que se ha \»enamorado\» y con la que quiere compartir su vida. ¿Por qué no deja a su mujer?. \»Es tan buena. Lo sabe todo pero, aún así, lo aguanta. Yo la quiero, pero no estoy enamorado. Quizá el mayor problema es que no hay problema\». Situación de consulta (II): mujer, alrededor de los treinta, convive con su pareja desde hace cuatro años. Ha perdido la ilusión por la pareja, ya no le atrae físicamente, no mantienen relaciones sexuales, pero sin embargo conviven perfectamente. ¿Ha pensado terminar la relación, dejar de vivir juntos? \»Lo he pensado, pero yo le quiero mucho. Lo que ocurre es que ya no es lo de antes. Ahora somos sobre todo amigos. Pero me atrae otra persona y ahora me siento mal\». No son éstos los únicos casos, pero son dos buenos ejemplos de casos en los que, sin haber peleas, desengaños o grandes conflictos, la llama del amor parece haberse acabado. Y cada vez llegan a mí, tanto profesional como personalmente, más casos de este tipo. ¿Qué está pasando? El psicólogo norteamericano Robert Sternberg formuló una teoría sobre el amor que quizá nos pueda ayudar a entender un poco estas situaciones (no necesariamente recoge todos los aspectos del amor, pero es una buena referencia a la hora de entender ciertos problemas). Así, definió los distintos tipos de amor en función de la combinación de tres elementos esenciales: intimidad (sentimientos que promueven al acercamiento, la vincualción), pasión (intenso deseo de unión con el otro) y compromiso (decisión de amar al otro y mantener ese amor). De esta manera, surgen siete tipos diferentes de sentimientos: Cariño: el sentimiento íntimo de las verdaderas amistades, un vínculo de cercanía sin pasión física ni compromiso a largo plazo. Encaprichamiento: o \»amor a primera vista\». Carece de intimidad y compromiso, por lo que puede desaparecer en cualquier momento. Amor vacío: unión por compromiso, sin pasión ni intimidad (bien porque aún no existen, como en los matrimonios \»arreglados\», bien porque se perdieron), pero hay una sensación de respeto y reciprocidad. Amor romántico: Unión emocional y física, mezcla de intimidad y pasión. Amor sociable: Unión por intimidad y compromiso, pero sin pasión. Es común en personas que comparten la vida, aunque no existe deseo sexual ni físico, como en la familia y en los amigos profundos. Amor fatuo: Se da en relaciones en las que el compromiso es motivado en su mayor parte por la pasión, sin intimidad real. Amor consumado o completo: Sería la relación ideal hacia la que todos quieren ir pero que aparentemente pocos alcanzan. Sin embargo, Sternberg señala que mantener un amor consumado puede ser aún más difícil que llegar a él, y que los componentes del amor deben traducirse en acciones. El amor completo puede no ser permanente si no es alimentado de acciones día a día, hora a hora. Si pierde alguno de sus componentes, se transformará en otra de las formas del amor, pero esto no quiere decir necesariamente que esta forma sea la que buscan las partes de la pareja. ¿Qué ocurre entonces? No hay una respuesta única, porque cada pareja y cada ser humano son únicos y deciden qué desean para su vida, pero cada vez con mayor frecuencia me encuentro con parejas varadas en un amor sociable, en el mejor de los casos, pero que se sienten desagraciadas. Han perdido la pasión, el deseo, el misterio. Y ya digo que éste es el mejor de los casos, ya que otras veces las relaciones han perdido incluso la intimidad y se matienen por compromiso… ¿Qué hacer? Sternberg nos lo deja claro: ACTUAR. Pudiera ser que llegáramos tarde, o que esa relación ya no nos compensara mantenerla por alguna razón (la experiencia me dice que la razón principal de no mantenerla es que se ha entablado una relación nueva). En cualquier caso, la lección es válida para cualquier relación amorosa (no necesariamente de pareja) que establezcamos, y sobre todo si aspiramos a mantener una relación de amor completo. El amor no cambia, sus componentes no se pierden por \»usarlos\», como decía la canción, sino al contrario. Quizá la pasión sea el ejemplo más claro, aunque ocurre lo mismo con la intimidad y el compromiso: todos los componentes del amor deben ser mimados, actualizados, llevados a la práctica en acciones cotidianas y no tan cotidianas. Establecer una relación \»ideal\» y echarnos a dormir es una garantía prácticamente segura de que no se mantendrá tal como la queríamos, y de que tras su cambio habrá desilusión, dolor, tristeza. Bien es cierto que hay personas que son felices con otros tipos de amor, y a las que no parece resultarles negativa la pérdida o cambio de alguno de los componentes de la relación. Estas personas serán felices con lo que tengan, lo cual redundará en su bienestar, pero mi experiencia me dice, también, que son las menos… Una sugerencia: ¿Qué acciones has llevado a cabo para mantener tu amor despierto? ¿Quieres compartir alguna de ellas?«Sin expresión, hasta el amor más grande puede morir» (R. Sternberg). (Agradecimientos a www.wikipedia.org por el estupendo resumen de la teoría de R. Sternberg en español) Déjanos tu comentario. Gracias!

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Las Relaciones de Poder

Entre progenitores e hijos/as Entre miembros de una pareja Entre compañeros/as de trabajo Las relaciones de poder nos distancian, crean hostilidad, resentimiento, soledad, furia, frustraciones, derrotas y, claramente, pérdida de autoestima. Si hay éxito en la lucha de poder, es posible que no sea bien disfrutado y durará muy poco. El éxito conseguido tras una lucha de poder, nos eleva hasta la cima y desde allí arriba  podemos mirar con arrogancia a nuestro adversario/a, pero… también podemos caer precipitadamente, golpeándonos más fuerte de lo esperado… en nuestra autoestima. Esto es lo que mí estimado profesor y maestro, Pablo Población, con sus 50 años de trayectoria profesional, llama circulo luciferino o circulo de poder. (Funete: Las relaciones de poder. Pablo Población Knappe). Es un concepto muy gráfico, tomado del mito de Lucifer, el ángel caído por la soberbia, como símbolo del dominio, exigencia y dependencia que caracteriza a cualquier interacción de poder entre personas y grupos. Cuando llegamos a la cima de la mano de la soberbia (EGO), la superficie de apoyo es frágil y solitaria, y ante el menor error o flaqueo se produce el derrumbamiento, porque esa base de apoyo se ha constituido desde la desconfianza, el engaño, la máscara, la envidia… Son necesarias dos personas para dar lugar a la lucha de poder. Cuando prima en una relación el pulso de poder, se anula o desaparece la relación de amor. Este \»poder\» puede ejercerse desde ARRIBA – desde la imposición de la fuerza – o desde ABAJO- desde la postura de víctima-victimario que utiliza su debilidad para manipular. Según las investigaciones del Dr. Población – lo natural en el sentido biológico de la especie humana es la organización jerárquica, la autoridad pero no el poder/autoritarismo. Un relación de Poder implica daño de la otra persona e incluso de sí mismo/a. Aquí aparece otra diferenciación importante: entre DAÑO Y DOLOR. Al daño lo acompaña el perjuicio, es siempre algo destructivo sin valor positivo. El dolor en cambio es inherente a la vida, viene con la vida, con los cambios, precede al aprendizaje que obtenemos tras una situación difícil que nos pone la vida. El caso es que en toda relación interpersonal fluctuamos entre ambas áreas, nos movemos constantemente entre el área del amor (aceptación- autenticidad) y el área del poder (ego – máscara). La disfuncionalidad aparece con la rigidez, cuando nos fijamos en una relación de poder, sea este de arriba o de abajo. Esto se ve claramente en las relaciones de pareja a punto del quiebre, cuando juegan un rol rígido y complementario que termina finalmente con la ruptura de la relación o de uno de los componentes de la pareja, cuando se hartan de jugar al mismo juego de víctima-victimario, dominador-dominado. En la profundidad del poder encontramos exigencia de sí mismo y del otro/a  y exigencia de perfección- es decir – se impone un deber ser, una obligación, un tener que… que coarta o limita el ejercicio de la espontaneidad, de la que habla Moreno, entendida como la capacidad de generar respuestas adecuadas, sanas y funcionales ante situaciones intra e interpersonales. La meta de la terapia psicodramática es el aumento de la espontaneidad de la persona o sistema, ya que la disfunción proviene de la rigidez en las estructuras de pensamiento y del modo de relación (exceso de cultura en conserva, según el concepto moreniano).   Acuérdate, Esta es la ley de Satán: Mata a tu hermano antes que él te mate. Sé el primero en matar. Esta es mi ley: Ama a tu vecino antes que él te ame. Sé el primero en AMAR. J.L. MORENO, Las palabras del padre.

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Crisis en la pareja: ruptura o aprendizaje?

La vida que llevamos hoy en día nos enfrenta a constantes retos y dificultades que ponen a prueba aquellas promesas de: \»amor eterno, contigo a pan y cebolla\». Según datos recogidos por diferentes entidades: Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Instituto de Política Familiar (IPF), Instituto Nacional de Estadística (INE): \»En el segundo trimestre del 2008 se produjeron 37.102 rupturas matrimoniales – un 12,5 por ciento más que en el mismo período de 2007… Cada 3,7 minutos se registra un divorcio en nuestro país, por cada cuatro matrimonios que se materializan se rompen otros tres\». ¿Qué estamos haciendo mal? ¿En qué fallamos? El amor no impide las crisis, pero es un elemento importante para salvaguardar una relación. Si sólo contamos con el amor tampoco es suficiente, una relación no se sostiene. ¿Qué necesitamos? Son tres los pilares fundamentales para que una relación funcione, o se recupere tras sufrir alguna crisis importante: AMOR, PROYECTO COMÚN, SEXO. ¿Puede una pareja funcionar solo con uno de estos pilares? NO. Necesitamos contar con, al menos, dos de ellos independientemente de cual sea. La combinación es variada. Por otra parte, la forma en que cada integrante de la pareja afronta las crisis, dificultades o problemas responde, esencialmente, a sus habilidades y recursos internos: madurez emocional, asertividad, habilidad de comunicación (mensajes yo comentado en el anterior post), habilidad de gestión del conflicto, percepción optimista de la relación, valoración y respecto de la pareja y/o de sí mismo/a. Si esto último se pierde ¿a dónde vamos? En terapia vemos a muchas personas que se han perdido, en primer lugar, el respeto a sí mismas, el amor a sí mismas. Otro aspecto que nos pone las cosas más difíciles es la falta de observación o introspección. Cuando “nos damos cuenta”, a veces, es demasiado tarde o los problemas demasiado gordos y pesados. No es extraño que se produzcan autoengaños, más o menos conscientes, y por tanto, que nos contemos las cosas desde una percepción sesgada. ¿Para que? Quizás para evitar las preocupaciones, para evitar ocuparnos de algo que nos provoca angustia, dolor. Por ello solemos decimos que “no pasa nada y a tirar pa’ delante”. Si nos esformzamos en revisar nuestras vidas, nuestras relaciones, a cuidar, mimar y reformar, con seguridad, los acontecimientos se desarrollaran de forma más sencilla. La rutina es una mala hierba, y debemos trabajar de forma consciente, firme y periódica, para que no nos invada y nos quite visibilidad. Para empezar, aceptemos que nuestra vida es enteramente responsabilidad nuestra. No miremos para la acera o vereda de enfrente. No esperemos que el otro u otra nos haga feliz. Nuestra felicidad depende, sobre todo, de nosotros/as mismos/a.

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