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Publicaciones en Congresos Nacionales

El Psicodrama como Herramienta Aplicada. Murcia, 2014 Taller Vivencial \»Circodrama: Una introducción desde las artes circenses al mundo en transformación\». Realizado por:  Carina Sampó Franco;  Ana Arguinzoniz Moraleda; Alejandra Barbarelli; Blanca Correas del Prado; Carlos OrtegaRodríguez; Cecilia Márquez; Mª Ángeles Santos Sanz; Miguel Buzeta; Gema Calero; Laura García Galeán; Mónica González Díaz de la Campa; Paqui Lozano Roldán Resumen | Presentación de Circodrama Definición académico-dramatica Circodrama es un proyecto creado por un grupo depsicodramatistas (psicólogos, psicopedagogos, trabajadores sociales…) vinculados por un propósito común: generar a través del Psicodrama, el Sociodrama y la Sociometría una red de cambio y transformación social a nivel comunitario en la ciudad de Madrid. Definición Circense-dramática Circodrama es un grupo de equilibristas, domadores, malabaristas, contorsionistas, payasos, tragasables y magos que traemos al escenario de la vida, el encuentro, la espontaneidad, el juego, la creatividad, el riesgo, la acción, el llanto, la risa; co-creando desde un compromiso lúdico (y político) espacios donde ensayar y/o re-crear posibilidades de cambio y transformación social. Elegimos el circo como metáfora del espacio psicodramático porque constituye un espacio único de libertad y creatividad, de superación y desafío a los propios límites. El circo permite romper las fronteras de la realidad, crear mundos nuevos, pero también representa un espacio paradójico y complejo, de encuentro con lo insólito, lo inquietante, lo inexplicable. En el escenario del circo, se redibujan las fronteras de lo humano y lo real, y es en esa urgencia del presente –del instante vivo en que se enlazan, en un golpe seco, las manos de los acróbatas rompiendo el vacío- donde tiene lugar el Momento. Pero además el circo es un espacio itinerante, permite salir a la calle, desplegar la carpa y sus pistas circulares allá donde se encuentre y acercarse a la gente. Este es el espíritu esencial del Circodrama, aproximarnos a distintos espacios públicos y contextos sociales, e incidir sobre ellos a través del psicodrama, como vía privilegiada para intervenir en los grupos y generar posibilidades de transformación. Presentación del Taller (2 Horas) En el taller, re-crearemos la carpa circodramática, construyendo un espacio vivencial que permita, a partir del interés del grupo, experimentar una aproximación activa a algún aspecto de la realidad social. A partir de la situación propuesta, los participantes podrán explorar los distintos roles del mundo del circo, en el que cada personaje permite jugar la realidad y relacionarse con el entorno de un modo singular y novedoso, con nuevas posibilidades, pero también con riesgos y desafíos. Idioma en el que se presenta el trabajo: Español. Descargar la publicación | Circodrama: una introducción desde las artes circenses al mundo en transformación

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Los lenguajes del amor en la Pareja

Erich From sostenía que el problema de \»las personas\», es creer que AMAR es sencillo y que lo difícil es encontrar a una persona apropiada para amar y ser correspondido. Aunque hoy en día busquemos esas recetas mágicas de lo inmediato, breve, rápido y efectivo, ¿qué pasaría si pensáramos en el amor y en la relación de parejacomo una materia a estudiar, a aprender, a ejercitar y a desarrollar? ¿Qué cambiaría si deseáramos aprender a amar, de la misma manera que deseamos aprender un arte como la música, la pintura, las nuevas tecnologías, el coaching…? Al fin y al cabo, toda persona desea en lo más profundo ser amada y amar a otra persona. Para llenar esa necesidad y tener nuestro \»tanque de amor\» lleno, Gary Chapman nos dice que, es necesario ser un/a buen comunicador/a de amor. ¡Si, has leído bien! El amor hay que comunicarlo por medio de un lenguaje especial, y hay que saber cómo comunicarlo para que llegue efectivamente al destinatario/a. Ambos integrantes de la pareja somos responsables de que ese \»mensaje de amor\» llegue a la otra persona y esta a su vez que retroalimente con un nuevo mensaje de amor a su compañero/a.¿Y esto como se hace? ¿Qué hago si no se cuál es mi lenguaje de amor ni el de mi pareja? Cómo reconocer el lenguaje del amor 1. Saber que no existe una sola y única manera de comunicar mi amor a mi pareja,sino que existen, al menos 5 lenguajes de amor diferentes, reconocidos así por el autor Gary Chapman.2. Tomar conciencia de que, efectivamente, el Amor es un arte, tal como es un arte el vivir, el disfrutar, el ser positivo, el encontrar un trabajo y ser feliz con ese trabajo.3. Como todo arte hay que aprenderlo, trabajarlo y practicarlo; y no rendirse a la primera.4. Identificar y conocer cuál es \»tu lenguaje de amor\». Puede que tengas más de uno, pero es necesario identificar cuál predomina de los cinco.5. Identificar el lenguaje de amor de tu pareja, ya que no siempre coincidirá con el propio ¡Ya nos gustaría!6. Aprender su lenguaje y comunicarle el tuyo.7. Si quieres más, ve a por los otros 4 lenguajes y ejercítalos. ¡Cuántos más manejes, mejor comunicador/a de amor serás! 5 lenguajes del amor diferentes en pareja 1. Palabras de afirmación. Son los elogios verbales, palabras de aprecio y reconocimiento. Son aquellas palabras poderosas que inspiran y transfieren a la persona amada: valor, seguridad, confianza en su capacidad. Esta habilidad requiere de empatía. Se concentra en lo que se está diciendo con palabras a la pareja. 2. Actos de servicio. Se refiere a hacer aquellas cosas que sé que a mi pareja le gusta que yo haga, aunque quizás a mi no me guste ni me apetezca demasiado. No lo hago por mi, lo hago por ella o él. Ejemplo de esto es ordenar la casa antes que llegue, organizar una cena con su grupo de amigos…Los actos de servicio requieren: pensamiento, planificación, tiempo y energía. Para que sean una verdadera expresión de amor, NO debe hacerse motivado por el miedo, la presión u obligación, sino que se debe hacer por elección, porque quiero que mi pareja se sienta amada por mí. Es un gesto de amor y respeto por sus necesidades y diferencias. 3. Toque físico. Este lenguaje va desde el sexo hasta una simple caricia, tomarse de las manos, un masaje, sentarse juntos a leer un libro… 4. Regalos. No se trata de \»grandes y caros regalos\» sino de gestos, como una notita, un mensaje, una flor silvestre. Ya que dar un regalo significa que esa persona esta pensando en la otra. El regalo es un símbolo visual del amor con gran valor emocional para quién maneje este lenguaje. El más valioso de los Regalos, es el regalo de uno/a mismo/a, el de la presencia, es estar en momentos importantes para la otra persona. 5. Tiempo de calidad. Puede resultar el lenguaje más complejo de adquirir. Es el tiempo compartido de calidad y unión. No se trata de estar en el mismo espacio físico, de simple proximidad, de estar haciendo dos cosas diferentes a la vez; sino de estar en unión y atención plena entre las dos personas que somos. Las actividades compartidas son el vehículo para crear el sentido de unión, de proyección conjunta.Este lenguaje tiene un dialecto -las conversaciones de calidad- es el diálogo comprensivo donde cada parte comunica sus experiencias, pensamientos, sentimientos, frustraciones y deseos en un contexto de escucha activa y respetuosa hacia las necesidades e intereses del otro/a. Se enfoca y concentra en lo que se está oyendo. \»Si queremos ser emocionalmente inteligentes en el AMORy EFECTIVOS comunicadores/as de amor:es necesario estar dispuestos/as a aprenderel LENGUAJE amoroso de nuestra PAREJA\» Articulo Publicado por Carina Sampó Franco en: Revista HacerFamilia

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Publicaciones en Congresos Nacionales. Psicodrama (2012)

Congreso Nacional en Madrid Psicodrama: Creatividad, Memoria y Proyecto Trabajo presentado I: Comunicación \»¿Miedo a Nacer o Miedo a Morir? La gestión del Miedo en un grupo de formación de Doulas Por: Carina Sampó Franco y Fabiola Cortés-Funes Urquijo CONGRESO NACIONAL DE PSICODRAMA. 23 al 25 de Noviembre 2012. MADRID. Trabajo presentado II: Comunicación \»El Factor Grupal en terapia individual, de pareja y familia\». Por: Equipo de Terapia Breve Sistémica, Psicodramatica y Constructuvudsta del ITGP.          

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NA Magazine: Gestiona tus Miedos

Diciembre de 2012: Artículo que nos habla sobre el poder que tienen sobre nosotros nuestros propios MIEDOS. Nos limitan para emprender aquellas acciones – personales, familiares, sociales o profesionales- que deseamos y, sin embargo, no nos atrevemos a ejecutarlas. Estos MIEDOS suelen ser “inventados” o “fabricados” por nosotros mismos. Tienen su raíz en nuestra propia historia personal, familiar y sociocultural. Así nos lo cuenta Carina Sampó Franco y de una manera sencilla nos presenta a este MIEDO como: una \»valiosa y necesaria SEÑAL de alarma ante la posibilidad de una amenaza, y como un leal mensajero que viene a traernos un mensaje. Saber descifrarlo correctamente es la Clave

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Educar Emociones

¿Qué haces tú, ante el dolor emocional de tus hijos e hijas?   ¿Cómo gestionamos el dolor emocional ajeno? ¿Qué hacemos cuando el dolor es el de nuestros hijos e hijas? Nos cuesta muchísimo verlos tristes, nos cuesta mucho más sentir su dolor. No soportamos verlos enfermos, no soportamos verlos sufrir, no soportamos verlos llorar de tristeza, ya sea por causa de un desprecio o un desplante, de esos que se viven en el cole o en el parque, o en un cumple. No sabemos que hacer con su enfado, rabia o frustración, cuando ésta aparece tras no conseguir un propósito, tras perder en un juego de competición, por ser el o la última en… No siempre sabemos que hacer. Es mas frecuente pasar por alto lo que sucede ante la dificultad que tenemos de gestionar el dolor.  Nos esforzarnos para que “no sientan, no sufran”, para que pasen lo más rápido posible la fea experiencia y vuelvan a sonreír. Queremos darles enseguida una solución, una alternativa, un remplazo. Y ahí estamos diciendo que le vamos a comprar otra muñeca, con la intención de “reponer” de “cubrir la necesidad” y que todo vuelva a estar como antes. O bien hacemos lo contrario, no le damos importancia al tema, ignorándolo, cortando el episodio con un “no pasa nada, no es para tanto”. En lugar de, sencillamente, acompañar en su primera perdida. Sí, de esta manera nuestros hijos e hijas viven sus primeras pérdidas, sus primeros dolores, y por tanto estas experiencias se convierten en sus primeras oportunidades para aprender estrategias de gestión emocional. Nos convertimos en “saltadores” o “solucionadores” de problemas en lugar de “buenos escuchadores”. ¿No te ha pasado a ti, cuando has tenido un problema, que lo que quieres es que te escuchen, en lugar de recibir consejos, opiniones y soluciones? ¿Qué te hace pensar que ellos/as necesitan algo diferente a lo que necesitas tú? “¿Qué educación es ésa que habla del mundo en que estamos y calla sobre el mundo que somos? “¿Has compartido con tus hijos/as tus sueños más importantes, tus mayores alegrías o tus decepciones más fuertes? ¿Qué te hace pensar que lo harán ellos/as contigo?” Augusto Cury En ese esfuerzo de evitar que sufran les impedimos aprender a conectar con sus emociones, a identificarlas, a poder hablar de ellas abiertamente, a sentirse seguros/as y comprendidos/as y regularlas adecuadamente… En esto consiste la educación emocional. No se trata de echarnos culpas, ¿acaso nos ha sido enseñado a gestionar las emociones y a mostrar o trasmitir el cómo hacerlo? ¡No! No nos han enseñado a hacerlo. Por eso nuestra labor es tomar conciencia de esta necesidad y asumir nuestra responsabilidad en la educación emocional de nuestros hijos e hijas, primero pasando por nuestra propia conciencia emocional. De las 6 emociones básicas del ser humano (tristeza, miedo, enfado, sorpresa, asco, alegría) la tristeza junto con el miedo, la ira y el asco son las llamadas emociones negativas. A diferencia de la alegría o el amor, que son las llamadas emoción positiva, y la sorpresa que es ambigua ya puede ser agradable o desagradable. Al nombrarlas “emociones negativas” y creer que esa es su única naturaleza, le hemos extirpado -a la tristeza, al miedo y al enfado- su potencial positivo. Si comprendemos que toda emoción tiene su razón de ser y su finalidad positiva, no nos daría tanto miedo sentirlas, explorarlas y darles el lugar que les corresponde en el momento adecuado y con la intensidad que requiera la circunstancia vivida. Para continuar voy a referirme a la tristeza como referencia de una de las 6 emociones básicas. A veces la tristeza es apropiada a las circunstancias, otras veces se alimenta de pensamientos negativos, que nos llevan a “aumentar” innecesariamente nuestro malestar; afectando paralelamente nuestra delicada autoestima. Es necesario y humano, permitirnos sentir la tristeza (como también las demás emociones) y permitirles a nuestros hijos/as sentirla; ayudándoles, acompañándoles y escuchándoles. “El optimismo se construye con el enfrentamiento de los problemas y no con su negación…   Hay un mundo por descubrir dentro de cada niño/a y cada joven. Quién no logra descubrirlo es porque está encarcelado en su propio mundo”. Augusto Cury La tristeza es adaptativa y sana, siempre y cuando la vivamos como un estado transitorio y no permanente. Cuando nos sentimos tristes y atrapados en nuestra tristeza, lo más importante es poder “darnos cuenta” de cómo nos sentimos, sin que intentemos buscar explicaciones, razones o justificaciones. Es necesario darnos permiso y tiempo para recuperarnos de algún episodio doloroso que, a veces, pasamos por alto para no sentir el dolor natural por una pérdida, despedida, cambio, cierre o final. El caso es que, si no lo hacemos, tarde o temprano nos cobrará factura y tendremos que “parar” y mirar a la cara lo que en verdad hay. Esta es la intención positiva de la tristeza. Viene para ayudarnos a sanar. Viene a regalarnos un tiempo útil para la introspección, para expresar el dolor afectivo de una manera adecuada, adaptativa y sana. “Los buenos padres preparan a sus hijos para los aplausos, los padres brillantes preparan a sus hijos para los fracasos”. Y yo añado que padres y madres brillantes son aquellos que preparan a sus hijos e hijas para el dolor, para el NO, para la reflexión crítica, para la pregunta y no tanto para las respuestas, para la introspección emocional, para ser líderes de sus vidas. Para ser emocionalmente inteligentes. Para SER. Anexo: ¿De qué hablamos cuando hablamos de Educación Emocional (EE)? La EE pretende dar respuesta a un conjunto de necesidades sociales que no quedan suficientemente atendidas en la educación formal. Estas necesidades están relacionadas con la regulación de la ira, la ansiedad, el estrés, la tristeza, la impulsividad, la tolerancia a la frustración, los estados depresivos, el síndrome de burn-out, el consumo de drogas, los conflictos, la violencia, el vandalismo, etc. Para ello es necesario desarrollar una serie de competencias básicas para poder hacer frente a los retos de la vida con mayores probabilidades de éxito, desde una

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La intención positiva de la tristeza

La tristeza, ¿Qué imagen, sonido o sensación te genera esta palabra?   De todas las emociones básicas del ser humano, la tristeza junto con el miedo, la ira y el asco son las llamadas emociones negativas. A diferencia de la alegría o el amor, como emoción positiva. En parte, le hemos extirpado a la tristeza su potencial positivo. Si comprendemos que toda emoción tiene su razón de ser y su finalidad positiva, no nos daría tanto miedo sentirlas, explorarlas y darles el lugar que les corresponde en el momento adecuado y con la intensidad que requiera la circunstancia vivida. A veces la tristeza es apropiada a las circunstancias, otras veces se alimenta de pensamientos negativos, que nos llevan a “aumentar” innecesariamente nuestro malestar; afectando paralelamente nuestra delicada autoestima. Es necesario y humano, permitirnos sentir la tristeza. Siempre y cuando la vivamos como un estado transitorio y no permanente. Cuando nos sentimos tristes y atrapados en nuestra tristeza, lo más importante es poder “darnos cuenta” de cómo nos sentimos, sin que intentemos buscar explicaciones, razones o justificaciones. Es necesario darnos permiso y tiempo para recuperarnos de algún episodio doloroso que, a veces, pasamos por alto para no sentir el dolor natural por una pérdida, despedida, un cierre, un final. El caso es que, tarde o temprano, nos cobrará factura y tendremos que “parar” y mirar a la cara lo que en verdad hay. Esta es la intención positiva de la tristeza. Viene para ayudarnos a sanar. Viene a regalarnos un tiempo útil para la introspección, para expresar el dolor afectivo de una manera adecuada, adaptativa y sana. ¿Cuándo se transforma en un problema? Cuando la dejamos estar más del tiempo necesario. O por el contrario cuando nos esforzamos para expulsarla, no sentirla; disfrazándonos de “fuertes”, de “yo puedo con todo” “yo para adelante”. En algunas personas lo que en principio fue una emoción de tristeza, ha llegado a transformarse en una actitud frente a la vida… y en este punto merecería la pena revisárnoslo! ¿Para qué? Para cambiar de enfoque. Sentir tristeza es una opción… Imagínate dos maneras distintas de posicionarnos frente a una misma realidad: – “¿Cómo es posible estar triste, siendo tan hermoso todo lo que me rodea?” – “¿Cómo es posible ser feliz, estando rodeado de tantos problemas, desdichas y maldad?”. La decisión de ser o no feliz, de estar o no feliz, o por el contrario, de estar o no triste, de sentir o no tristeza, depende de nosotros/as mismos/as. Por suerte tenemos a nuestro alcance la posibilidad de elegir y decidir cómo queremos sentirnos. Elegir suele ser difícil para algunas personas, más aún decidir. No basta sólo con elegir. La elección implica una preferencia y un ¿para qué? ¿Qué estoy buscando con esta actitud? ¿Para qué lo hago? ¿Qué quiero conseguir? Por otra parte la decisión es la que nos permite aplicarlo, llevarlo a la acción, ejecutar lo que hemos elegido. A veces pasamos mucho tiempo antes de decidir el qué hacer. Una manera de aplazar, de dejarnos estar sin cambiar. Decidir no nos resulta nada fácil. ¿Por qué? Porque nos obliga a asumir una responsabilidad sobre nuestros actos, a sabiendas de que si algo sale mal, no tendremos a quien echarle la culpa. Entonces, ¿para qué hacerlo? Para obtener la recompensa que nos da la libertad. Libertad para sentir, pensar y hacer lo que realmente queremos. Aunque parece ser que asumir la responsabilidad de nuestras decisiones (acciones) nos cuesta y mucho. Por eso nos encontramos con personas infelices, haciendo lo que otros dicen. Eso sí, con la tranquilidad de poder reprochar, culpar y poner fuera todo lo que no soy capaz de asumir y cargar. Es el precio que pagamos. ¿Que precio pagas tu? Por no saber cómo o no querer hacernos cargo de lo propio es que “la tristeza y la infelicidad” van cobrando cada vez más protagonismo en nuestra sociedad. Comprender la necesidad de un cambio de actitud nos permitirá dar ese paso hacia delante. Es un proceso que lleva tiempo, esfuerzo y, según como elijas vivirlo, puede ser con dolor o placer, con tristeza o alegría. En definitiva, el camino a seguir es uno sólo, aquel que elijas y por el que tu apuestes. Mirar hacia atrás sólo debe servirnos para recoger las enseñazas que nos ha dejado. Autora: Carina Sampó Franco Publicado en emagister

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Nombrar en femenino

Nombrar en femenino es educar en igualdad. Educar en igualdad es educar desde el AMOR. Reconocer que hacemos un uso sexista de nuestro lenguaje implica cambiar de manera profunda nuestra manera de pensar y luego de hablar.  Si el lenguaje es o no sexista es un tema que aún genera mucha controversia. No es un tema fácil de aceptar y asimilar . Requiere de nuestra parte un esfuerzo y un compromiso profundo. ¿Por qué se dice que nuestra lengua es sexista? Voy a partir de algunos ejemplos para que resulte más fácil “ver” como nuestro lenguaje, ese que usamos todos los días, oculta, subordina y hace invisible a la mujer. Una misma palabra con connotaciones diferentes. Con esto me refiero a que el significado positivo o negativo, favorable o desfavorable de una misma palabra puede cambiar según se aplique a un hombre o a una mujer. Por ejemplo: la palabra \»Zorro\» nos remite al animal o bien nos hace pensar en aquel personaje legendario del cine que representaba a un hombre astuto, valiente y justiciero. En contraposición, \»zorra\» suele emplearse como insulto contra una mujer que rompe con el modelo femenino impuesto por el machismo. Lo mismo ocurre con la expresión \»Hombre público\», tratándose de un hombre reconocido por su participación social; en cambio, \»mujer pública\» remite a una mujer que se prostituye. También lo vemos con las siguientes palabras: “Hombrezuelo” significa hombrecillo, pequeñito; pero “Mujerzuela” bien sabemos lo que significa en la jerga popular. Estamos acostumbrados a usar un lenguaje que ignora la condición sexuada de la humanidad. A través de él interiorizamos valores y creencias, construimos y expresamos nuestros pensamientos, sentimientos y la forma en que vemos el mundo en el que vivimos. Por lo tanto, estamos contribuyendo involuntariamente a transmitir estereotipos y prejuicios sexistas. La mujer no está representada simbólicamente en nuestra lengua, el lenguaje que usamos nos hace invisibles y nos mantiene ocultas detrás de las formas masculinas que utilizamos corrientemente. Si bien las formas están cambiando aún queda mucho por hacer, sobre todo en la ardua labor de educar a nuestros hijos e hijas. Nos puede parecer molesto y repetitivo hablar en femenino y en masculino, decir niñas y niños, madres y padres, maestras y maestros. ¿Se han preguntado cuántos maestros “hombres” hay en las escuelas? Son una minoría sin embargo seguimos hablando de “los maestros”. Nombrar en femenino y en masculino NO es redundar, sino nombrar la realidad tal cual es, una realidad en la que conviven con sus diferencias mujeres y hombres, niñas y niños. En nuestra lengua existen reglas gramaticales, como lo es generalizar utilizando el masculino, que fueron construidas conforme al sistema de creencias y valores predominantes en una época determinada. Pero no hay que olvidarse que la Lengua es un cuerpo vivo en constante evolución y como tal puede y debe transformarse y adaptarse a los cambios sociales. Tanto las reglas gramaticales como el vocabulario han sido siempre susceptibles de cambios.Cada vez que la sociedad se ha visto afectada por nuevas situaciones o acontecimientos, como ha ocurrido con la informática, las nuevas enfermedades, la telefonía celular, etc., surge paralelamente la necesidad de darles un nombre para poder referirnos a ello, inventando o creando nuevas palabras que nos ayuden a comprenderlos, incorporarlos, utilizarlos, y por tanto, “nombrarlos, denominarlos”.La mujer ha conseguido incorporarse a la sociedad, se la ve en los espacios públicos, participa en ellos, los enriquece con sus aportes. Es una realidad indiscutible y es innegable la necesidad de acabar con el ocultamiento de la mujer en el lenguaje.       Hay que dar nombre a esta nueva realidad y la coeducación nos facilita el camino de educar en actitudes y valores. Publicado en

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NA Magazine: Lidera tu éxito.

Emprende sin miedo: Julio de 2012. En este artículo se comenta sobre  la importancia de saber gestionar nuestras emociones limitantes; la principal de ellas: El Miedo.  Aprender a gestionarlo adecuadamente nos permite emprender acciones y proyectos con mayor seguridad y autonomía. Se trata de aliarnos con el Miedo en lugar de escondernos frente a él. Así nos lo cuenta Carina Sampó Franco que viene trabajando en sesiones de coaching individual y personalizadas, como también en sesiones de coaching grupal para que, personas como tú, puedan dar el paso y EMPRENDER SIN MIEDO.

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Coeducación. Un desafío para madres y padres

…Y una forma distinta de entender la educación de niñas y niños. Con la que se pretende educar en la igualdad de oportunidades, derechos, valores, expectativas, normas, actitudes y comportamientos. La coeducación tiene en cuenta que hombres y mujeres somos diferentes, pero esas diferencias no deben generar la supremacía de un sexo sobre el otro sino permitir la construcción de nuevas formas de relación basadas en el respeto, la libertad de elección y la igualdad de derechos. ¿Por qué es importante coeducar? Desde pequeños/as nos han contado sólo aquellas historias que narran las vicisitudes de los hombres, héroes, próceres, que conquistaron territorios, que vencieron en batallas, que escribieron importantes obras que trascendieron en el tiempo, que descubrieron, investigaron y contribuyeron a los avances científicos y tecnológicos. ¿Y las mujeres acaso no existían? ¿Dónde estaban? Las mujeres se encontraban en muchos ámbitos de la vida, sosteniendo la familia, educando a los hijos, trabajando en el campo, cultivando la tierra, y también en el campo de batalla, curando a los heridos, llevando agua a los valientes soldados, a los fuertes hombres de quienes nos hablan los libros de textos que hemos estudiado. La mujer fue mostrada desde comienzos remotos de la historia como la débil, la sumisa, la incapaz de pensar por sí misma o de hacer cosas importantes, la que tenía que ser protegida por el hombre, primero el padre y luego el esposo, permanecer en el hogar para ser considerada una “señora”. Fue definida según los deseos y necesidades del otro sexo; y muchas mujeres lo creyeron, lo aprendieron, lo reforzaron y lo transmitieron a sus hijas e hijos. En nuestros días, la mujer ha conseguido nuevos espacios y derechos. Sin embargo si se observa críticamente la realidad podemos ver que persisten las desigualdades y la discriminación en función del sexo. En el mercado laboral es mayor el desempleo femenino. Los puestos de trabajo ocupados por mujeres son, en general, menos valorados socialmente y menos retribuidos económicamente. De igual forma, las profesiones de mayor estatus social han sido las ejercidas tradicionalmente por los hombres. Los puestos directivos siguen siendo ocupados en su mayoría por hombres. Otro indicador de la desvalorización de la mujer, y sin duda el más alarmante, es la violencia en sus diversas formas, ejercida por hombres contra mujeres. De ahí la importancia de contrarrestar esta realidad desde la educación, comenzando en el hogar y desde edades muy tempranas del desarrollo. ¿Cómo llega la mujer a ocupar un lugar secundario dentro de la sociedad? El sometimiento de la mujer al poder del hombre tiene relación con la creencia de que el sexo femenino es débil, necesitado de protección y cuidados. ¿Realmente esto es así? ¿Es una condición biológica o una construcción social que nos condiciona y/o determina para ser de una forma y no de otra? El concepto de sexo se refiere simplemente a la diferencia biológica y fisiológica, que nos diferencian como personas con sexo masculino o femenino. El concepto de género se refiere al conjunto de expectativas que la sociedad le atribuye a una persona cuando nace, y son diferentes según sea mujer u hombre. Se trasmiten y aprenden mediante el proceso de socialización. El aprendizaje del género es propiciado desde el nacimiento. La familia establece una relación diferente de acuerdo al sexo del recién nacido/a. Si es niña, en general, se la viste de color rosa, se le regalan muñecas con las que aprende el rol de madre y las tareas cotidianas que se realizan en casa. Esto es fundamental en su desarrollo como persona, pero lo que resulta cuestionable es que se limite el aprendizaje sólo a los roles tradicionalmente femeninos, reduciendo sus posibilidades de crecimiento y desarrollo en otros ámbitos ocupados principalmente por hombres. En contraposición, al niño se lo viste de celeste, los juguetes que se le regalan son coches, armas, herramientas de construcción. Con estos aprende los roles ejercidos tradicionalmente por hombres en el mundo público. Las personas adultas trasmiten al niño mensajes acerca de lo que debe ser un hombre en esta sociedad; un mensaje frecuente es el que debe ser fuerte y no exteriorizar debilidades o sentimientos. Es frecuente escuchar frases como “los hombres no lloran\», \»a golpes se hacen los hombres”. Las actitudes violentas son más toleradas cuando provienen de niños que de niñas, e incluso justificadas como una forma “natural” de relación entre los varones. El uso de la fuerza física es aprendido como la forma de demostrar la valentía, e incluso la masculinidad. La habilidad de resolver conflictos a través de la comunicación verbal suele desvalorizarse ante el recurso de la violencia. De esta forma se limita o empobrece su aprendizaje emocional y el desarrollo de habilidades sociales que le permitan, más adelante, desempeñarse adecuadamente en el ámbito personal, familiar y social. La 1º gran tarea como madres y padres Educar tanto a niñas como a niños en igualdad de oportunidades y derechos ¿Cómo hacerlo? Algunas ideas: Regalar besos, abrazos y caricias sin diferencias por sexo!

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