«Hay dos maneras de propagar la luz: ser la vela o ser el espejo que la refleja”

Edith Wharton (1862 – 1937)

Cuando me inicié en psicodrama simbólico participé de un taller dónde el cuento que se trabajó fue “la Bella y la Bestia”. Tenía muchas ganas de sumergirme en el cuento, de conocer partes mías que se me resistían a mis ojos y fue entonces que fui elegida para desempeñar un Yo-auxiliar en la escena de la protagonista elegida.

Cuando escucho el rol que me es dado la decepción fue grande.

  • Tu serás la “cortina” del salón donde se produce el baile y el encuentro entre Bella y Bestia.
  • “¿Cortina? Puff vaya rol insignificante, me dije. Aunque sabía que me entregaría por completo a ese rol.
  • ¿Cuál fue mi sorpresa? Lo que este rol me reveló, a mi más que a la escena que se desarrollaba ante mi.

💡 Como cortina comprendí que tenia un lugar privilegiado, era testigo de un encuentro mágico y profundo entre Bella y Bestia.

💡 Como cortina comprendí que mi fusión, mu para qué, era esencial ya que permitía entrada o limitar la intensidad de la LUZ, me di cuenta qué si dejaba pasar mucha luz el resultado era cegador y podía encandilar en lugar de iluminar.

💡 Además, descubrí que era el límite entre lo que ocurre fuera -el mundo exterior- y lo que ocurre dentro -el mundo íntimo y privado- Yo abría o cerraba mi cortina para conectar lo de adentro con lo de afuera.

¡Waooo -dije- me encanta ser Cortina! Pues el rol de cortina conectaba con mi rol profesional, ese que estaba buscando desarrollar, el de facilitadora de proceso de aprendizajes para la vida, como terapeuta y coach.

✔️Yo -cortina- era quién regulaba la luz para iluminar en lugar de cegar.

✔️Yo -cortina- fui testigo de un acto humano maravilloso, el verdadero encuentro entre la Bella y la Bestia, entre la luz y la sombra.

✔️Yo -cortina- fui limite y guardiana entre lo de adentro (mundo intimo) y lo de fuera (mundo externo)

Aquel día salí empoderada y mas segura que nunca de mi misión en la vida, reforzada en mis capacidades para acompañar a otras personas en ese transitar hacia la luz, hacia el encuentro genuino entre tu parte mas bella y tu parte mas bestia.

Aquel día decidí ser mi propia vela y ser el espejo que refleja la luz de mis clientes…

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