Momentos entre el Miedo y la Decisión

\"\"¡Al fin puedo encontrar un momento para escribir! Llevo semanas sin poder hacerlo, sin encontrar el momento. Aunque pensándolo bien ¿ha sido sin encontrarlo o sin buscarlo?

Encontrar momentos, eso ocurrió este fin de semana en el taller EMPRENDE SIN MIEDO, donde un grupo variado y heterogéneo de hermosas personas buscaron y encontraron su momento para identificar sus miedos y plantarle cara! Y lo consiguieron, si que lo consiguieron con gran éxito y satisfacción!

“Es fácil vivir con los ojos cerrados, interpretando mal todo lo que se ve…” John Lennon

El momento, ese instante de tiempo. Que importante es buscarlo, si no lo buscamos no lo vamos a encontrar, y si no lo encontramos no lo tendremos. Momentos de introspección, de intercambios, que nos ayudan para conocernos, entendernos, y desarrollarnos como personas plenas (libres de ataduras), felices!

Os propongo comenzar a buscar momentos para….

Momento para un balance del año. Momento para organizar el armario. Momento para tirar aquellas cosas que acumulo para nada. Momento para jugar con mis hijos/as. Momento para hablar con mi pareja de esas cosas de las que ya no hablamos… porque no hay tiempo. Momento para sentir placer y dar placer. Momento para visitar o quedar con aquella amiga/o que hace tiempo no llamo. Momento para sentir el aire o el sol en mi cara. Momento para no hacer nada… o hacer aquello tantas veces postergado…

 

Momento para identificar tus miedos, para enfrentarte a ellos y aprender a manejarlos… Momento para imaginar, crear, construir… Momento para TOMAR DECISIONES y lanzarte al CAMBIO… Momento para AVANZAR…

  

Quiero dar las gracias a estas personas brillantes, que conocí el fin de semana pasado, por todo lo que nos han regalado a Bea y a mi. Gracias Bea por brindarme la oportunidad de trabajar a tu lado y aprender tanto de ti. ¡Que lujo de fin de semana!

  

Y para cerrar este post comparto esta historia sobre “el valor de la DECISION”

“Una imaginación venida a menos”

Cuenta la historia que un niño tenía una imaginación maravillosa. Cuando el profesor de la guardería dijo que era el momento de pintar, él imaginó todos los animales salvajes que dibujaría: leones, tigres, elefantes… Pero el profesor dijo, “Hoy, vamos a dibujar flores”. Impávido, el niño imaginó todas las flores coloreadas que dibujaría magníficamente – unas rojas y otras amarillas, algunas de color púrpura, otras azules. Pero cuando el profesor dijo, “Vamos a dibujarlas como esta”. Y el profesor dibujó una simple flor marrón con un tallo verde. El niño cumplió y dibujó su flor como el profesor le había instruido. Así transcurrió todo el año. El profesor siempre decía a la clase cómo y qué dibujar.

 

Ese verano, el niño y su familia se trasladaron a otra ciudad y a una nueva escuela. Cuando el profesor de esta escuela anunció que era el tiempo para el arte, el niño quedó sentado allí sin hacer nada. Todos los otros niños y niñas comenzaron a dibujar, pero el niño esperaba. Finalmente, el profesor se acercó a su mesa y le preguntó al niño por qué no estaba dibujando. “¿Qué he de dibujar?”, le preguntó el niño. “Cualquier cosa que tú quieras”, replicó el profesor. El niño esperó unos momentos y después comenzó a dibujar –una flor marrón con un tallo verde.