Psicodrama Simbólico

La dimensión simbólica de los Cuentos de Hadas

Por Irene Henche y Juan Madrid, publicado en la Revista de la Sociedad de Pediatría de Madrid y Castilla La Mancha en abril de 2009

Al igual que los sueños y las obras de arte, los cuentos maravillosos, se expresan en un lenguaje simbólico, en el que objetos, personajes, secuencias, y argumento, en su totalidad, poseen un nivel de significado latente, que es preciso descifrar.

Es decir, en los cuentos de hadas, un árbol, un Príncipe, La Bella Durmiente, una boda, el abandono de unos niños en el bosque, no pueden ser entendidos literalmente, puesto que son metáforas. Estas metáforas se pierden en la noche de los tiempos y evocan, de la manera más pura posible, grandes arcanos, arquetipos, imágenes universales y esenciales del universo humano.

Sin duda, en el proceso de transmisión de los cuentos, a lo largo de distintos momentos históricos con diferentes ideologías sociales dominantes, estos contenidos también han recogido huellas de dichos aspectos. Pero los grandes conocedores de estos preciosos materiales que siguen perdurando durante siglos, nos dicen que los contenidos más duraderos y auténticos son los que se encuentran más libres de vestigios históricos y sociales.

Estos vestigios los encontramos en versiones no genuinas de los cuentos de hadas que circulan, especialmente desde la segunda mitad del siglo XX, pero lo que es más llamativo, es cómo encontramos también estos vestigios en los pensamientos de las personas que, mediante una proyección en los cuentos, creen haberse librado de determinados estereotipos y mandatos. En particular, toda la cuestión relativa al género y a los papeles supuestamente masculinos o femeninos, es un universo de significado que en la actualidad ha cobrado un gran protagonismo.

A este respecto, queremos hacer las siguientes consideraciones:

  1. El género no equivale al sexo. Es decir, es deseable que las personas de cualquier sexo desarrollen sus dimensiones internas, tanto femeninas como masculinas.
  2. Los personajes de los cuentos de hadas son personajes arquetípicos y no realistas, por lo que, en ningún caso, enseñan ningún modelo o conducta que se deba seguir.
  3. Las teorías que afirman que los cuentos de hadas ofrecen personajes femeninos pasivos, que únicamente buscan la unión con un hombre y la boda, y personajes masculinos activos, lo que están manifestando es:
  • En primer lugar, un desconocimiento manifiesto de las versiones genuinas de los cuentos de hadas.
  • En segundo lugar, su propia concepción absolutamente estereotipada de lo que es activo o pasivo, mimetizando los valores tradicionales patriarcales que sólo consideran activas conductas como el movimiento físico, la caza, la guerra, la lucha…y consideran pasivo el movimiento interior mental, emocional, psíquico y espiritual, así como la palabra, o el pensamiento y la reflexión.
  • En tercer lugar, una idea según la cual, los cuentos deben servir para enseñar modelos determinados de relación y de conducta, que es pertinente que estén recogidos de una manera explícita e inequívoca en sus argumentos.

A esta concepción, queremos aportar nuestro trabajo de tantos años de estudio de los símbolos, los mitos y los cuentos:

Es fundamental rescatar versiones auténticas y puras de los cuentos de hadas, de la misma manera que no podríamos apreciar y valorar obras como El Quijote y Hamlet, si cada grupo o persona que encontrara en ellas algo que no le parece políticamente correcto, se dedicara a hacer los cambios que, desde su punto de vista, las mejorarían.

Es imprescindible poseer una cultura básica sobre el lenguaje de los símbolos, para así poder mirar libres de estereotipos y de prejuicios, estos materiales preciosos que merecen ser respetados y conservados como todas las obras de arte.

Precisamente es muy curioso que con estas obras, erróneamente consideradas fundamentalmente para niños, todo el mundo se permita hacer los cambios que considera oportuno, lo cual también nos muestra un valor muy discutible de la cultura patriarcal, según el cual, los niños son un tema menor.

Enseñar y educar es un proceso muy complejo que engloba la dimensión emocional de la persona, y se enfrenta, a menudo, a contradicciones y paradojas, con lo que es muy ingenuo pensar que si ofrecemos historias con modelos determinados, éstos ya van a seguirse. Sería entonces tan fácil tratar temas como la prevención de la violencia, las adicciones, etc.

Desafortunadamente, en estos casos, las cosas no son tan fáciles. Pero afortunadamente, por otro lado, el ser humano es mucho más complejo y sólo un verdadero proceso y compromiso pueden producir verdaderos cambios y actitudes profundamente igualitarias y equilibradas, que nazcan de un auténtico protagonismo, una visión propia y libertad de elección.

Lo masculino y lo femenino:

En los cuentos los personajes femeninos y masculinos son símbolos, imágenes arquetípicas de lo femenino y lo masculino. Ambos encierran valores y potencialidades que ayudan a desarrollar estos aspectos en personas de cualquier género.

Nuestra propuesta es la inmersión en estos símbolos llenos de fuerza, para contactar con la propia dimensión simbólica y posibilitar la creación de nuestro propio universo de significado. Para ello, es esencial rescatar y conocer profundamente las versiones arquetípicas de los cuentos de hadas.

 

Por Irene Henche y Juan Madrid, publicado en la Revista de la Sociedad de Pediatría de Madrid y Castilla La Mancha en abril de 2009