Testimonio: Miedo al Compromiso. Una mirada masculina

Esta entrada es la continuación del post “Una metáfora de Vida: En otoño”. Como comente anteriormente, en este espacio iré compartiendo las Reflexiones de quienes participaron en el Taller Mitos y Miedos en torno al Amor, la Sexualidad y el Compromiso. Para que nos ayuden a pensar y repensar sobre el amor y las relaciones de pareja. Los/as dejo con la segunda de estas reflexiones:

Reflexión 2- MIGUEL: Miedo al Compromiso

Agradeceros de nuevo el taller. Hoy me senté y empezaron a brotar estas conclusiones a modo de preguntas y respuestas. Espero os sirvan de algo. A mi me ha servido mucho este ejercicio. Gracias, gracias, gracias.

Problema numero 1: deseo la meta, pero no el camino

\"\"Soy las prisas por llegar al paraíso. Dime que me quieres, yo te diré que te quiero, hablaremos de tener hijos, y más allá no sé… los finales de las películas nunca pasan de ahí. Yo tengo prisas por llegar al fundido en negro, donde se es feliz, donde saltan chispas en los ojos de los amantes que se funden en un apasionado beso.

No me preguntes y luego qué. No me preguntes como encajar las cosas que no me gustan de ti, no me preguntes como encajar que no hayan dejado de gustarme otras mujeres, no me preguntes por qué no me apetece hacer el amor todos los días, no me preguntes si sigo enamorado…no me preguntes si es esto lo que realmente quiero, no me obligues a vivir y a decidir en el mundo real.

 

Problema numero 2: No soy sincero

No sé lo que quiero. No me tomo el tiempo de pensarlo ni de averiguarlo. No me cuestiono lo que es normal. Así que me aferro al plan: no decir que no a nada de lo que la vida nos ha dado, lograr toda la aprobación y amor posible, y ganar tiempo para aclararme sobre qué es lo que realmente quiero. ¿Egoísta? Sí. ¿Pero cuál es la alternativa? ¿Arriesgarse a ser rechazado, y a quedarse solo, a perder una oportunidad de estar con una persona que quizás pueda ser un gran amor? Con un poquito de valor, de confianza, de amor propio se puede empezar a ser un poco más asertivo. Pide por esa boca, no tengas tanto miedo, que el mundo no es tan poco comprensivo.

Problema numero 3: ¿Estoy eligiendo bien?

No me fío de mi mismo.  De nuevo, sin pararme a pensar, la vista puesta en un objetivo mayor, de largo plazo, pierdo el foco sobre el presente. ¿Con qué te diviertes, qué te hace ilusión? Eso no es la cuestión cuando la vida es entendida como una inversión grave. ¿Por qué me siento tan cuestionado en todo lo tocante a decisiones que solo me conciernen a mí? Creo que haber querido ser un hijo perfecto, no defraudar a mis padres etc., me introducido conflictos donde no tiene que haberlos. Tu vida es tuya, tus padres no son responsables de haber querido lo mejor para ti, y debes tomar las riendas y la responsabilidad de tus elecciones.

Problema numero 4: Derecho a decir NO SE

Date un tiempo, puede que haya motivos para estar confuso o indeciso. Si tenemos que tomar la responsabilidad de nuestras propias decisiones quizás necesitemos tiempo para madurar las decisiones, reunir información, ver cómo nos sentimos acerca de las distintas alternativas, etc. Ok, sin prisas…pero sin pausas. Tengo miedo de que el “no sé” sea en realidad miedo a decir que no. Pues ponte un plazo y si todo cuanto sientes es ese miedo… afróntalo, prueba a ver y di que no. ¿Qué es lo peor que puede pasar? De quien tienes que estar seguro y con quien tienes que estar al 100% cómodo, no es con tu pareja, es ante todo contigo mismo.

Problema numero 5: No creas que lo sabes todo sobre tu pareja

Si tienes problemas en conocerte a ti mismo como pretendes saber qué quiere, qué desea, qué teme y qué piensa la persona con la tienes una relación. Son necesarias: mucho respeto, libertad, independencia, lealtad, cuidado y alegría cada día, para salvar la vida en pareja de la agonía.

MIGUEL.